En Pátzcuaro se inicia el festejo del Día de Muertos el 31 de octubre, con la caza con lanza del pato sagrado, que debe haber sido criado en el Lago y será ingerido el 2 de noviembre. La noche del 1º. de noviembre, comienza la Animaecha Kejtsïtakua, la ofrenda a las ánimas. Los habitantes marchan en procesión, con velas y antorchas, desde Pátzcuaro hacia el panteón de Tzirumútaro, en la Isla de Janitzio. Ahí colocan altares para los muertos chiquitos o angelitos, los niños que se han ido. Les ofrendan flores, velas, alimentos, juguetes, colocan sus retratos y sus ropas. Si se celebra el primer año del muerto niño, su padrino debe llevarle un arco de flores de cempasúchitl y flores de ánima. El 2 de noviembre se festeja a los muertos grandes. Frente a sus retratos, se colocan sus alimentos favoritos, velas alrededor de una cruz de flores de cempasúchitl, flores amarillas y de ánima, así como sahumerios con copal.

En esas mismas noches, la leyenda dice que las almas de Mintzita e itzihuapa, pareja cuyo amor no pudo realizarse a causa de la llegada de los españoles a las tierras purhépecha, vienen a recibir ofrendas. Itzihuapa era el heredero del reino de Janitzio, hijo de Taré. A pesar de que los purh'épecha habían negociado con ellos, los españoles apresaron al padre de Mitzita, Tangáxoan Tzíntzicha. Para rescatarlo, su hija ofreció el tesoro del reino, que había sido escondido debajo de las aguas del Lago, entre Janitzio y Pacanda, donde era custodiado por veinte remeros de ultratumba. Cuando Itzihuapa fue a sacarlo del lago, las sombras de los remeros lo impidieron y se lo llevaron con ellos a custodiar las riquezas.

Además de los festejos tradicionales, en la Plaza Don Vasco de Quiroga, la central de Pátzcuaro, del 28 de octubre al 5 de noviembre, se coloca el Tianguis Artesanal de Día de Muertos, en donde los artesanos y artistas expenden sus productos: ahí podrás ver las maravillosas obras de barro de Ocumichu, textiles, bordados, tejidos de chuspata (que es un lirio acuático extraído del Lago), alfarería de Zinapécuaro, piñas de barro de San José de Gracia, catrinas de barro de Capula, cocuchas y mil cosas más. Los artesanos mestizos y extranjeros radicados en Pátzcuaro participan con sus creaciones: aretes, instrumentos musicales, collares y demás. Incluso los artistas plásticos locales y de Morelia ofrecen sus dibujos, grabados y obras. En ocasiones, encontrarás las artesanías de chaquira de Nayarit (los huicholes van cuando consiguen dinero para transportarse). Se realiza el Concurso Artesanal de Noche de Ánimas, cuya premiación es el 1º. de noviembre.

Igualmente, puedes acudir la Casa de los Once Patios o Ex Convento de Santa Catarina (centro artesanal, Paseo de Madrigal de las Altas Torres), los locales de artesanía, los bazares y cafés que están en los Portales de la Plaza, la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, que fue construido sobre una pirámide y sirvió como catedral antes de la construcción de la de Morelia. En ella hay una imagen milagrosa de la Virgen de la Salud, que Don Vasco mandó a hacer con pasta de maíz a los purh'épecha. Se ubica una cuadra al este de la Plaza Don Vasco. En ella se realiza en esas fechas un concierto de órgano. Otro lugar interesante es el Ex Colegio Jesuita (Calle Enseñanza s/n), que ahora es un Centro Cultural.

Para las comunidades de los purhépecha de Pátzcuaro se trata de una fiesta íntima, un día especial en el año en el que se pueden reunir con sus seres queridos, una fiesta religiosa y espiritual. Por eso, los mestizos debemos respetar sus tradiciones: dejarnos impresionar por la belleza de sus altares, pero no entrometernos; sorprendernos con sus ofrendas y el trabajo que les ha costad llevarlas hasta los panteones, que es donde deben celebrarse los rituales, ya que sus muertos llegan al panteón a una hora específica. Si vas a los panteones, las comunidades te solicitan evitar el flash, mantener la voz en un nivel normal, dejar fuera las bebidas alcohólicas, ceder el paso, cuidar los altares y recordar que estás presenciando el regreso de sus muertos… tal vez los tuyos anden por ahí festejando.

Cerca de Pátzcuaro, en Tzintzuntzan, se encuentra la zona arqueológica de las Yácatas, que fue el centro comercial y político de los purh'épecha; tiene edificios semicirculares y un museo de sitio. También próximos están los pueblos de Cucuchucho, Ihuatzio, Tzurumútaro, Zirahuén, Santa Fe, Urandén, y La Pacanda. Recuerda que la zona lacustre es muy fría, por eso te recomendamos que lleves ropa caliente, así como zapatos adecuados.