La Colonia Roma (CDMX) y su magia deslumbrante

La Colonia Roma (CDMX) y su magia deslumbrante

Escrito por
@NR

Oh, monstruos/ dulces monstruos/ ¿Quién engendró/ sus esencias? Jack Kerouac, "Orizaba 210 blues"

La luna, como sabes, es una mujer bella, no necesariamente tranquila ni piadosa, pero sí con mucha personalidad. Su ombligo es una joya. Y en el centro de su ombligo se encuentra ni más ni menos que la Colonia Roma, el centro geográfico de la Ciudad de México (en náhuatl, significa el ombligo de la luna). Uno de los lugares más bellos, la colonia ha pasado por varias etapas. Nació como señorita porfiriana, vestida con bulevares y encajes de fuentes, enjoyada con estatuas. Salía a pasear en carretela entre las grandes casas de las grandes familias, construidas al estilo de la belleza de la modernidad. Compraba sus vestidos en El Puerto de Liverpool y sus zapatos en El Borceguí, sí, en el centro. Pero ella, una de las primeras flappers, tenía mucho más duende. Se labró su propia historia, llamó a su propia gente, cautivó a todos envejeciendo, muriendo y resucitando.

El Circo Orrin

En 1872 la familia circense de los Orrin llegó a México. Para 1881 ya construían un teatro con hierro y madera en la Plaza Villamil (donde ahora está el Teatro Blanquita). Tenían un espectáculo magnífico: la Noche de Pekín, La Acuática (que emulaba un lago con una luna en el fondo), Filippi Salvini presentaba animales entrenados, había domadores de leones y leopardos, gimnastas, trapecistas, la elefanta Julieta tocaba un pianito y el payaso Ricardo Bell se convirtió en el favorito de Porfirio Díaz.

Así que Edward Walter Orrin entró, con permiso del muy presidente, en el negocio de los bienes raíces. Principal inversor de la Compañía de Terrenos de la Calzada de Chapultepec, S.A, inició la construcción de un lugar habitacional para la clase alta porfiriana, lejos del hacinado centro de la ciudad, y hecho a la medida de la modernidad: a imitación de París. Había nacido la Colonia Roma, de padre británico y madre mestiza: fue fincada en lo que antes fueran los Potreros de la Condesa de Miravalle, descendiente del Tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, vía Isabel Tecuichpo, su hija. Carlos II ("el Hechizado") otorgó, si es que lo supo, en 1690 el condado de Miravalle a los descendientes de Alonso Dávalos y Bracamontes.

Romeños insignes

El por 45 minutos 39º. presidente de México, Pedro Lascuráin Paredes, nacido en La Romita, también había comprado parte de esos terrenos. Orrin dio a la naciente Colonia los nombres de las ciudades en donde su circo había sido mejor recibido. Él mismo se asentó en las calles de Mérida. Sara Pérez, la viuda del asesinado Madero, vivió en la Roma. Álvaro Obregón (antes de que lo asesinaran los cristeros) y José Vasconcelos también habitaron en sus calles, así como el querido Ramón López Velarde, que hizo de ella su suavísima patria chiquita.

Con la Revolución, sus calles se llenaron de carrancistas y la Roma inició un periodo de pauperización que la encontró, divertida, barriobajera, llena de vecindades y edificios porfiristas venidos a menos, poblados por chilangos de clasemedieros a pránganas que se movían desde el centro hacia las "afueras". Dejó de ser una flapper para ahora convertirse en una chica beat. Rebelde y alcoholizada, recibió en sus calles a Jack Kerouac, a William Burroughs, a Carlos Fuentes, Fidel Castro, José Emilio Pacheco, Josefina Vincens.

Terremoto y gentrificación

Luego le cayó la maldición del Quinto Sol. Los mexicas aseguraban que la quinta vez que la tierra fuera poblada (nuestra era), la vida iba a ser destruida por terremotos. El del 85 se ensañó con ella: le dejó grietas, cicatrices, vacíos. Convirtió edificios en polvo, le esparció oscuridad, horror y un olor a muerto entre las fuentes, plazas y bulevares. Pero ella es una chica ruda. Aprovechó los tiempos para entrar en los corazones.

Así comenzó un proceso de gentrificación en el que la gente con dinero, siguiendo a artistas y bohemios, empezó a mirarla con deseo. Le compró de nuevo ropa de moda, la llenó de colores, arregló sus calles y edificios, le colocó museos, bares, cafés, restaurantes. Las viejas panaderías se hicieron centros culturales. Los cafés de chinos desaparecieron y dieron paso a los restaurantes para hipsters. Consiguió una vida diferente, cercana a la de sus orígenes. Hasta La Romita, colonia dentro de colonia, se ha vuelto cultural; ella, donde los indios se resguardaron y los pobres, aun dentro del porfiriato, se mantuvieron. Sus estrechas calles, hechas para el escondite y la resistencia, se integran al proceso de renovación. Ahora el INBA ha declarado Patrimonio Arquitectónico a muchos de sus inmuebles.

Joyas de La Roma

Cuando se pinta los labios, ella sabe que es Zona de Monumentos Artísticos. Te presume sus labios y la Casa Estado-Quintana Roo (Álvaro Obregón 161); sus ojos maquillaísimos y la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario (Av. Cuauhtémoc 185), duplicado de la fachada de Nôtre Dame. Búscala en la Fuente de Cibeles (cruce de las calles Oaxaca, Durango, Medellín y el Oro, que replica a la de Madrid), en la Casa de las Brujas de la Plaza Río de Janeiro (cruce de las calles Durango y Orizaba), en la Iglesia de la Sagrada Familia (Puebla 144), y en todas sus construcciones art déco, art nouveau, góticas, árabes, italianas.

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Puede que te lleve un domingo al Bazar del Oro (callejón del Oro, cerca de la fuente de la Cibeles), o al pasaje comercial "El Parián" (Álvaro Obregón 130). Tal vez la encuentres en el Museo Ramón López Velarde ("La casa del Poeta", Álvaro Obregón 73), en el Museo Universitario de Ciencias y Arte de la UNAM ("MUCA Roma", Tonalá 51), en el Centro Cultural Casa Lamm (Álvaro Obregón 99), en la Galería OMR (Plaza Río de Janeiro 54), o buscando algo que leer en la Casa Universitaria del Libro (Orizaba 24. Como ella adora los mininos —mes gros matous, les dice—, se podría dejar ver en Garros Galería (donde tienen todo en gatos, Chihuahua 131). O quizá te deje invitarla a comer comida japonesa a Mikasa (San Luis Potosí 173) o se siente contigo a platicar en alguno de los muchos cafés que ahora posee esta mujer de sonrisa inescrutable.

Fotografía de portada
Marrovi, en *Wikimedia Commons*, CC BY-SA 4.0.
Casa Lamm
Jake Galán, en *Wikimedia Commons*, CC BY-SA 3.0.
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