Pasajes de la Zona Rosa

Pasajes de la Zona Rosa

Escrito por
@mauromendoza

I Génova

En la calle de Génova, el corazón barístico de la Zona Rosa, se esconden algunos edificios debajo de mantas; ellos recuerdan los daños que ocasionó el sismo del 19 de septiembre de 2017. El contraste entre las oleadas de oficinistas que buscan un refugio de la rutina en las promociones de cerveza —que es otra rutina en sí misma— y la organización popular que exige la resolución de sus demandas es consustancial a esta parte de la Ciudad de México, en la actual alcaldía Cuahtémoc.

Recorrer estas calles con nombres de ciudades europeas en las cuales hay bares, foros artísticos, cafés, sex shops y karaokes LGBT, recuerda al visitante la idea de ciudad que Porfirio Díaz quiso imponer a sus habitantes. Es también un recuerdo de la posterior venganza popular que en algún momento se apropió de los espacios que habían sido exclusivos hasta antes de la segunda mitad del siglo XX. Ahora, cerca del Metro Insurgentes y Sevilla, la Zona Rosa rebosa de vida nocturna, clases de español para extranjeros, graffittis monumentales —continuación la escuela muralista mexicana— y parques para skaters.

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II Reforma

La Zona Rosa está delimitada hacia el norte, por una de las arterias principales de la Ciudad de México: el Paseo de la Reforma. Aunque ahora esta avenida es una de las más contradictorias de la Ciudad (pues a la sombra de los rascacielos corporativos los manifestantes marchan a diario hacia el Centro Histórico), en sus inicios decimonónicos la calle únicamente podía ser transitada por el imperial carruaje de Maximiliano de Habsburgo (que ahora se exhibe en el Museo del Castillo de Chapultepec).

La finalidad de esta avenida era muy clara: conectar la residencia del Emperador, en la cima del Cerro de Chapultepec, con el Palacio Nacional, sede del poder político del país. Por esta razón, durante el efímero Segundo Imperio Mexicano (aunque más duradero el primero, que fue el de Iturbide) la vía fue llamada Boulevard Imperial y Calzada del Emperador.

Tras la caída del Imperio en 1867, la avenida cambió de nombre por el de Paseo de la Reforma —una evidente referencia a la política juarista—, aunque la influencia francesa se mantuvo en su exclusivismo burgués y en la arquitectura Art Noveau, que todavía hoy caracteriza a la Zona Rosa y a la Colonia Roma.

III Gentrificación

El origen de la Zona Rosa se remonta a este periodo liberal. Conforme con las políticas inmobiliarias de la época, los terrenos entre el Paseo de la Reforma y la Avenida Chapultepec, pertenecientes otrora a la Hacienda de la Teja, fueron fraccionados y separados en distintas colonias. La Colonia Juárez —a la que pertenece la Zona Rosa— nació en este primer momento de especulación inmobiliaria. Esta colonia fue, junto con la Colonia Roma, uno de los principales proyectos urbanísticos de la época porfirista. El público al que se abrió la adquisición de la tierra estuvo compuesto por la incipiente burguesía mexicana que, muchas veces educada en el extranjero, construyó un refugio europeo sobre terrenos desecados del lago de Texcoco.

La nueva especulación inmobiliaria (la gentrificadora) ha dejado en la Zona Rosa apenas unos cuantos vestigios de aquellos inmuebles que, ahora, ostentan pórticos vanguardistas con fachadas de ventanales neoliberales. Basta caminar la calle de Génova y luego la de Hamburgo para apreciar este nuevo barroquismo arquitectónico, tan propio de la modernidad expansiva mexicana.

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IV Rosa-rosa-rosa

Nadie sabe exactamente por qué a este cuadrante se le conoce como Zona Rosa. Los mitos populares, y el ego del artista, le atribuyen a José Luis Cuevas la denominación. Este mito urbano, además, tiene relación con la apreciación cromática del pintor pues, en consonancia con su profesión, el nombre se lo otorgó por la mezcla de coleres: durante el día las actividades eran blancas, mientras que en la noche eran rojas. En un gesto de moralidad, el color rojo hacía referencia al renacido gusto 'bohemio' (es eufemismo) de la segunda mitad del siglo XX, que en la época se apoderó de la zona. Se dice también que el nombre se le debe al escritor Carlos Fuentes, quien en su obra La región más transparente denominó este sitio como Zona Rosa a causa de que los edificios de sus calles se encontraban pintados de este color.

Independientemente de la fuente, el nombre arraigó en el imaginario colectivo a causa de los prejuicios de los mexicanos de aquella época. La Zona Rosa se convirtió, en algún momento de los años cincuenta, en un espacio de artistas, muchos de los cuales pertenecían a la comunidad LGBT. Como entre la gente la homosexualidad se asociaba al color rosa, y como esta parte de la ciudad era un espacio de tolerancia, el nombre tuvo éxito entre los chilangos y, desde entonces, el significado y el significante se volvieron inseparables.

V Vergüenza

Cuentan que Moctezuma Xocoyotzin, uno de los últimos tlahtoqueh mexica, recorrió en una barca, a escondidas, el trayecto que separaba su alcoba en Tenochtitlán hasta un adoratorio que se encontraba en el cerro que ya desde entonces llamaban Chapultepec. Su intención era lograr transitar al mundo de los muertos, una de cuyas entradas se encontraba en el cerro del chapulín, para huir de las desgracias que acabarían con él y con el orgulloso pueblo del sol. Sin embargo, fracasó en su intento y tuvo que regresar en la misma barcaza a Tenochtitlan.

La vía que recorrió derrotado en la oscuridad no debió de ser distinta de aquélla en donde, años antes, había mandado a construir un acueducto su homónimo antecesor, Moctezuma Ilhuicamina. Marcada por los hados, la barca en la que se transportaba fue dejando una estela que marcaba el camino por el cual, en el siglo XX, se levantaría la Avenida Chapultepec, el límite sureño de la Zona Rosa. Seguramente el tlahtoani no imaginaba que esta zona, la de su primera derrota, se convertiría en un icono de la ciudad mestiza que comenzaba a dibujarse debajo del agua que se agitaba con el andar de la barca.

Fotografía de la Zona Rosa
Wotancito, en Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0.
Fotografía de la Zona Rosa
Ontheway Advice, CC0.
Fotografía de portada
Francisco Peláez, en Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0.
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